Sunday, April 21, 2024

HAWKWIND: surcando nuevos espacios en un tiempo nuevo


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

El legendario grupo británico HAWKWIND vuelve al ruedo rockero con su nuevo trabajo fonográfico 
“Stories From Time And Space” el cual sucede por un año al excelente “The Future Never Waits”. Este nuevo álbum que fue publicado a inicios de abril en CD y en doble vinilo por vía del sello Cherry Red Records es también notable, lo adelantamos, pero por ahora nos centramos en los detalles técnicos. La entidad de HAWKWIND se mantiene vigente con la actualmente firme alineación de Dave Brock [guitarras, teclados, sintetizador y canto], Richard Chadwick [batería y percusión], Magnus Martin [guitarras, teclados, sintetizador y canto], Doug MacKinnon [bajo] y Tim Thighpaulsandra Lewis [teclados y sintetizadores principales]. El saxofonista polaco Michael Sosna colabora en uno de los temas del disco. Siendo Brock el autor o coautor de casi todo el material contenido aquí, es de apreciar que un señor que va a cumplir 83 años en agosto próximo se mantenga lúcido y enérgico como para preservar la senda artística de HAWKWIND con nuevo material y nuevas giras. Claro está, el rol proactivo de sus compañeros de viaje en los arreglos resulta fundamental para que el grupo, como un todo orgánico y perfectamente articulado, siga actualizando su propia magnificencia. Kris Tait, la esposa desde hace muchos años del Sr. Brock, sigue siendo la mánager de la banda y la principal organizadora de los conciertos y las sesiones de grabación (por un tiempo, también fungía como bailarina, mima y tragafuegos en los conciertos). Si “The Future Never Waits” recibió tantos elogios en el año 2023 por su manera tan ingeniosa de replantear la esencia histórica de la banda, lo mostrado en “Stories From Time And Space” da claras señas de que el ensamble actual está muy diáfanamente compenetrado en torno a la misión de generar nuevas estrategias dentro de un enfoque que sigue siendo space-rockero. Como detalle curioso, el nuevo álbum fue masterizado en los míticos Abbey Road Studios. Desde inicios del presente mes de abril, HAWKWIND está realizando una gira de promoción de este nuevo disco, cuyo repertorio repasamos a continuación.


El tema que inicia las cosas es ‘Our Lives Cant Last Forever’ y su aura ceremoniosa establece una grácil cruza entre el señorío contemplativo de los PINK FLOYD de la etapa 1973-75 y el vigor estilizado de los PORCUPINE TREE de inicios del milenio. Bajo un manto cósmico se despliega una musicalidad razonablemente serena donde reina una aureola reflexiva. Las vibraciones rockeras se agitan un poco con el arribo de la segunda canción, titulada ‘The Starship (One Love One Life). Su línea de trabajo se centra en la inoculación de un llamativo groove jazz-rockero en los cimientos de la expansión psicodélica de ribetes futuristas que se diseñó para la ocasión. He aquí un encuentro entre los OZRIC TENTACLES de 1989 y los propios HAWKWIND de 1977. El extenso solo de guitarra merece una mención especial por el dinamismo individual que aporta al bloque sonoro general. What Are We Going To Do While We’re Here comienza con un enfoque instrumental muy lírico y con algunos tintes fusionescos flotantes (un poco en línea con QUANTUM FANTAY y VESPERO); en su segunda mitad, vira hacia una expansión rockera intrépida y contundente que hace que la elegancia anterior adopte un revestimiento más plenamente ácido. La coda introspectiva redondea la faena magníficamente. The Tracker es una pieza eminentemente cañera, muy fiel al paradigma histórico de la banda, añadiéndose un toque más contemporáneo en las capas y ornamentos de los sintetizadores. Tres cénit sucesivos. La miniatura ‘Eternal Light’ exhibe unos flotantes retazos de sintetizador que se emparentan con la línea de trabajo de los TANGERINE DREAM de 1975, y es a partir de allí que emerge ‘Till I Found You’, una hermosa y gentil canción que comienza ubicándose sobre un medio tiempo para luego explayarse sobre un compás intenso cuya soltura se contagia inmediatamente a los guitarreos y las pulsaciones del bajo. El fade-out llega demasiado pronto mientras el sintetizador delinea un hermoso solo que se condice con las agitaciones celebratorias de la parte central de la canción, pero es que llega el turno de ‘Underwater City’, un cautivador instrumental de corte bucólico donde la guitarra acústica proyecta unos aires pastorales con base barroca. Las flotantes orquestaciones de los sintetizadores aportan una oportuna tonalidad lisérgica al asunto. 

‘The Night Sky’ es otro instrumental que, a diferencia del anterior, expone una vivacidad señorial de corte cinematográfico, explotando a cabalidad el potencial envolvente de las orquestaciones y mantos de los sintetizadores; en algún momento, ciertos ornamentos percusivos marcan un ritmo marcial con razonable sutileza. Lo épico regresa de lleno al frente con Traveller Of Time & Space’, una pieza cuya estrategia estructural recibe impactos estilísticos de los temas #2 y #3, aunque con un manejo más medido de la vitalidad rockera. Los arreglos rítmicos y el esquema melódico básico emanan ciertos aires exóticos; además, está bien manejada la convivencia entre guitarras acústicas y espirales sintetizadas, siendo así que los arreglos corales refuerzan el carácter benévolo de la pieza. Para el último tercio, la canción adopta una actitud suntuosa que permite al motif central asumir una policromía aumentada. Otro momento culminante del disco. ‘Re-generate’ empieza manejando una atmósfera cósmica misteriosa y prosigue con la instauración de un jam reconocible bajo la cruza de jazz-fusion y space-rock. El rol de los diversos teclados actuantes consiste en mantener un fulgor operativo mientras las delicadas florituras de los pianos y las líneas del bajo se asocian en una mágica exuberancia, una que hasta algo de sensual tiene. La miniatura ‘The Black Sea’ instaura otra exhibición de capas flotantes, siendo así que su principal función es la de abrir la puerta a ‘Frozen In Time’, el siguiente ítem. Esta canción es una bien delineada semibalada prog-psicodélica cuya pasión rockera se filtra a través de una aureola contemplativa. En un momento de despiste, podría confundirse con una canción de algún disco de PORCUPINE TREE entre 1999 y 2002. Stargazers es el refinado instrumental que cierra el repertorio perpetuando el talante contemplativo de la canción precedente reactivando el aura ceremoniosa con la que había comenzado el disco. Eso sí, se nota aquí una mayor dosis de sofisticación sónica merced al uso de un groove propio del discurso del jazz-fusion, como si se insertara algo intermedio entre RETURN TO FOREVER y PASSPORT dentro de la ingeniería musical diseñada para la ocasión. Las florituras del piano eléctrico y los implementos percusivos brindan un cariz aristocrático a este postrero vuelo cósmico. 

Todo esto fue “Stories From Time And Space”, una contundente y concreta prueba de que la voz de HAWKWIND sigue resonando fuerte en la avanzada rockera del space-rock progresivo con una intensidad que casi iguala a ese periodo 1970-75 que se suele catalogar como su edad de oro. Los Sres. Brock, Martin, Lewis, MacKinnon y Chadwick merecen tener un lugar en los mejores estantes de colecciones de rock y también merecen nuestras palabras de agradecimiento por su creatividad y su esmero a la hora de gestar esta nueva obra fonográfica. 


Muestras de “Stories From Time And Space”.-
The Starship (One Love One Life): https://hawkwindofficial.bandcamp.com/track/the-starship-one-love-one-life

Thursday, April 18, 2024

El telar progresivo del grupo noruego 35 TAPES

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy se da la ocasión de presentar el tercer disco del grupo noruego 35 TAPES, el cual se publicó a mediados del mes de octubre del pasado año 2023; el título del disco en cuestión es “Fabric Of Time” y el sello editor es Apollon Records (usando formatos de CD y vinilo). La alineación vigente de 35 TAPES consta de Morten Lund [guitarras de 6 y 12 cuerdas y lap steel, Gizmotron, Mellotrón, pianos acústico y eléctrico, órgano, sintetizadores Moog Sub 37, Roland Juno-60, Moog Matriarch, Shahi Baaja y Korg Polysix, voz y coros], Jarle Wangen [bajos con y sin trastes, guitarras de 6 y 12 cuerdas, voz y coros], Jo Wang [órgano, piano, sintetizadores Moog Sub 37, Moog Matriarch, Mellotrón y Therevox], Andreas Eriksen [percusión, batería, piano, sintetizadores Roland SH-5 bass, Yamaha YC 45 organ y Roland 808] y Kai Lundewall [batería y coros]. Ocasionalmente, el grupo contó con las colaboraciones del cellista Tov Ramstad y la cantante Anneli Drecker. El estilo de la banda se centra en una equilibrada cruza entre estándares del retro-prog y el así llamado neo-prog con algunos añadidos toques de psicodelia de inicios de los 70 que, debemos admitir, resulta muy común en grupo que utilizan teclados de vieja generación en su arsenal. Admitimos que llega un poco tarde esta reseña, pero que conste que cualquier elogio sobre el disco que ahora comentamos es honesto. El materical contenido en “Fabric Of Time” fue grabado en el Frydenlund Studio de Oslo, estando Morten Lund en el rol de productor. Yvonne Fagervoll se hizo cargo del arte gráfica, mientras que el baterista Kai Lundewall elaboró el diseño gráfico. Bueno, veamos ahora el repertorio de este álbum.  
 

‘Whistle For The Wind’ ocupa los primeros 8 ½ minutos del disco y no puede tener un inicio más magnífico con esas elegantes cadencias en 7/8 que sustentan un exquisito despliegue de vibraciones rockeras. Ya al llegar el motif cantado, las cosas se serenan un poco dentro de una confluencia entre el legado de LANDBERK y el patrón de GAZPACHO más algunos matices de la faceta más introspectiva de THE PINEAPPLE THIEF (en sus últimos discos). La sofisticación progresiva opera sobre un trasfondo de climas flotantes que se instalan en un núcleo de psicodelia gentilmente densa (al estilo de aquellos primeros álbumes de BRIGHTEYE BRISON). Esta canción ya había sido adelantada en un single anterior al disco que ahora comentamos. Luego sigue ‘Crawling’, una pieza amable que deja a los sintetizadores guiar el camino del desarrollo temático y edificar las bases armónicas, siendo éstas las que articulan la alternancia entre lo colorido y lo contenido mientras se van hilando los índices temáticos. Una mención especial merece el interludio protagonizado al alimón por el piano y el mellotrón, un recurso retro-progresivo en medio de una canción que es obedientemente neo-progresiva; de hecho, llega a marcar el tenor de toda la segunda mitad de la canción con el propósito de impulsar un clímax peculiar. ‘Art Of Falling’ es una semi-balada progresiva bastante atractiva que juega con varias atmósferas estructurales, pasando fluidamente desde lo etéreo hasta lo extrovertido. El sobrio manejo de los razonablemente complejos grooves y la persistencia de un dinamismo sereno juegan a favor del recto empleo de las orquestaciones y solos de teclados, además de un evocador solo de guitarra steel. En su último tercio, la canción encapsula una aureola majestuosa que ya se venía anticipando con creces desde el primer momento. Una belleza de canción, realmente, un cénit del repertorio. ‘The Biggest Lie’ se enfila hacia un sendero expresivo más ligero, incluso más asequible, siendo así que su ingeniería sónica recibe ampliamente los ecos de la canción que abrió el álbum. A ésta se añaden algunos aires de los MARILLION de la fase 1995-97.
 

La pieza homónima cierra el repertorio y es también la más extensa del mismo con sus casi 13 ½ minutos de duración. ‘The Fabric Of Time’. En muchos sentidos, esta pieza sustenta sus ambiciosos desarrollos multitemáticos en una mezcla de la suntuosidad sobria del primer tema del álbum con la fastuosidad envolvente,  segundo, mostrando sin tapujos que está diseñada para cerrar el disco a lo grande. El factor retro-progresivo se hace notar más con la finalidad de concretar una aureola aristocrática para la mayor parte de los arreglos instrumentales, lo cual se inicia con un tenor pastoral al modo de un espacio intermedio entre los GENESIS de 1970-72 y los YES de 1972-73. Tras este relativamente amplio momento de serenidad contemplativa, el ensamble vira hacia un desarrollo temático más fastuoso, siendo así que el lirismo reinante se mantiene bajo confines introspectivos a despecho de la intensificación del groove. Hay un breve interludio instrumental de carácter etéreo que prepara el camino hacia la sección epilogar, la cual se enfoca en un replanteamiento más delicado del aspecto general de la segunda parte. La coda utiliza esos mismos ornamentos cósmicos para delinearlos como motif final, lo cual sirve para realzar eficazmente los aspectos más delicados de esta extensa composición. En conjunto, esta canción nos vuelve a remitir a las confluencias con BRIGHTEYE BRISON que también se hicieron presentes antes. Como balance final, “Fabric Of Time” es un disco bastante atractivo que resulta bastante efectivo a la hora de mantener en pie la presencia de 35 TAPES en la élite del rock progresivo escandinavo de estos últimos años. Muy interesante propuesta.
 
 
Muestras de “Fabric Of Time”.-
Whistle For The Wind: https://35tapes.bandcamp.com/track/whistling-for-the-wind
Art Of Falling: https://35tapes.bandcamp.com/track/art-of-falling

Monday, April 15, 2024

THE ARISTOCRATS: a la caza de una nueva fauna jazz-rockera



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Buenas noticias con el regreso al ruedo de los aristócratas del art-rock. En efecto, el colectivo triádico THE ARISTOCRATS tiene un nuevo disco en este año 2024 que se titula “Duck” y que fue publicado el pasado 16 de febrero por vía del sello BOING! Music (sello de la propia banda). La publicación es en CD, doble vinilo y box set. El guitarrista inglés Guthrie Govan, el bajista estadounidense Bryan Beller y el baterista-percusionista alemán Marco Minnemann vuelven a dictar una cátedra conjunta de dinamismo, vigor e ingenio con este nuevo trabajo de estudio, el primero como trío desde “You Know What…?” del 2019 y a sólo dos años de su disco especial grabado junto a la PRIMUZ CHAMBER ORCHESTRA. El nuevo disco fue grabado en enero de 2023, mayormente en el estudio Carbonite Sound de Ojai, California, aunque los temas #6 al #8 fueron registrados en otros lugares no señalados en los créditos. Forrester Savell estuvo a cargo de los procesos de mezcla y masterización. De por sí, “Duck” se presenta como un disco conceptual que surgió de la forma más casual y graciosa que, en el fondo, es algo que se espera de un grupo tan suelto de huesos como THE ARISTOCRATS. Resulta que Minnemann, al mostrar a sus compañeros la composición ‘Sittin’ With A Duck On A Bay’ (titulada así como parodia del clásico de OTIS REDDING 
‘Sittin’ With A Duck On A Bay’), éstos propusieron la creación de una narrativa cómica sobre las aventuras de un pato para que el nuevo disco la tuviese como referente. El pato protagonista, nativo de tierras antártica, disfruta de un rato muy ameno en un club de baile de una gran ciudad y de ahí va a un bar, en el cual no puede disfrutar enteramente de su trago porque lo expulsan de allí a patadas. Para más inri, un pingüino policía se la pasa espiándolo hasta hacerle arrestar de forma abusiva.  Tras escapar, termina conociendo a algunas personas de los bajos fondos, y todo termina con una visita al urólogo donde le hacen una seria revisión médica... Sí, así termina la narrativa. Pasemos ahora al repaso de los detalles estrictamente musicales de “Duck”. 
 

‘Hey, Where’s MY Drink Package?’ da el puntapié inicial a las cosas con un convincente ímpetu impulsado por el robusto swing de la batería. En base a éste, el trío desarrolla un vitalista ejercicio de jazz-rock con aires funky muy al estilo de lo que hacía JEFF BECK. Los aires de júbilo frontal expresados en el motif central nos remiten a cierto parentesco con el patrón de LIQUID TENSION EXPERIMENT cuando algunos ornamentos sofisticados entran a tallar a lo largo del camino con el propósito de insertar algunos recursos de grisácea sutileza. De esta manera, se traza una magia muy especial para el último tercio del tema. ‘Aristoclub’ sigue a continuación para ofrecer un dinamismo acrecentado que se deja sazonar por elementos de ágil neurosis tanto en la dinámica gestada por la dupla rítmica como en el carácter punzante de la mayoría de los fraseos de la guitarra. De hecho, a mitad de camino, la pieza gana en robustez mientras va llenando espacios con su incendiaria energía. ‘Sgt. Rockhopper’ es un bien delineado viaje jazz-progresivo con ribetes prog-metaleros que permite a los integrantes del trío articular sus respectivas fuentes de expresividad y virtuosismo con natural fluidez sobre una compleja ingeniería rítmica. Hay un solo de guitarra que es fabulosamente sobrehumano; también hay un manejo cristalino de las variaciones de swing que tienen lugar, una acción heroica de parte de Minnemann. Cuando llega el turno de ‘Sittin’ With A Duck On A Bay’, el grupo explora un groove funk-jazzero al estilo de los WEATHER REPORT de 1976 y el BILLY COBHAM de 1977 con añadidos matices de psicodelia progresiva debidamente afilados. Opera aquí un aire de sofisticado relax con el que se brinda un aura distinguida al gancho reinante. Los ornamentos de bajo que emergen a mitad de camino son simplemente espectaculares. ‘Here Come The Builders’ comienza con una cita de la famosa composición de EDVARD GRIEG ‘La Mañana’, la sección inicial de su obra de dos suites Peer Gynt. Para THE ARISTOCRATS, se trata de un breve prólogo de connotaciones etéreas antes de que el trío vuelva a las andadas de señorío jazz-progresivo marcado por un jolgorio aparatoso y deliciosamente extravagante. Las simultáneas virguerías de la guitarra y el bajo se complementan consistentemente sobre el razonablemente complejo groove de la batería.

‘Muddle Through’ es una pieza un poco más reposada que la precedente, pero todavía merece el calificativo de vivaz. Sobre un compás de 5/4, el trío arma un suntuoso ejercicio de jazz-rock igualmente informado por los paradigmas de la MAHAVISHNU ORCHESTRA y del inmortal maestro ALLAN HOLDSWORTH con ciertos recursos estilizados que usualmente asociamos al lenguaje progresivo (particularmente, pienso en los STICK MEN). Cuando la batería se queda sola en las últimas instancias, los ruidos de sirenas de cohes-policía añade un toque humorístico al asunto. ‘Slideshow’ es la composición más delicada del disco, estando centrada meticulosamente en la creatividad lírica que se invierte en su desarrollo temático. El espíritu del esquema compositivo mismo es jovial y el swing es genuinamente grácil, pero la exquisita confraternización de los estilizados aportes de cada instrumento actuante brinda a dicho esquema un destello palaciego. El bajo es quien realiza los más llamativos despliegues de virtuosismo técnico en una pieza que sólo exige una muy mesurada dosis de ellos. Cuando llega el epílogo, eso sí, las cosas se tornan más pomposas, al modo de una exaltación ascendente de ampulosas vibraciones, aunque la coda nos recuerda dónde empezó todo. ‘And Then There Were Just Us / Duck’s End’ es el ítem más extenso del disco con sus 9 minutos y pico de duración; dicho sea de paso, muy ingenioso el título con su referencia a los dos primeros discos de GENESIS como trío. Todo comienza como un híbrido entre BRAND X y RETURN TO FOREVER, pero con un enfoque un poco más recio debido a la logística natural del trío; las alternacias entre los diversos pasajes se arman con impoluta fluidez, siendo así que los sutiles son prioritarios. Ciertos ornamentos de bajo añaden una musculatura especial al asunto. A instantes de llegar a la frontera del séptimo minuto emerge un motif progresivo bajo la guía dual de la guitarra acústica y la batería. A partir de allí, el trío arma un enclave sonoro elegante y sedoso. Un gran final para una pieza que sabe ser sorprendente sin excesivos aspavientos.
 
  

‘This Is Not Scrotum’ pone el punto final a las cosas con connotaciones burlescas arropadas por melodías orientales, grooves circenses y climas jovialmente dadaístas, lo cual permite al trío jugar con una refrescante ligereza a la hora de desarrollar un nuevo entramado sonoro. Aquí aparece la ilustre invitada Rusanda Panfili tocando varias pistas de violín. Para el último tercio, el trío remodela los aires festivos de la pieza con una sofisticada agresividad expresiva muy en línea con el paradigma jazz-progresivo. El explosivo final de ‘This Is Not Scrotum’ es el cierre perfecto para el álbum. Como anécdota curiosa, resulta que el título de esta pieza está censurado en la página de Apple Music (no sea que la mención del escroto motive las más horrendas pasiones de los violadores, acosadores, pederastas y demás infames sujetos). Esto es todo lo que se nos brindó en “Duck”, otro referente de elevada e intensa creatividad dentro del impresionante catálogo de THE ARISTOCRATS. Como es habitual, el trío de los Sres. Govan, Beller y Minnemann se ha vuelto a lucir a lo grande para gestar una obra fonográfica que amenaza con erigirse como una de las más notables de este año 2024, el cual aún no termina su primer tercio. Casi una hora de grandilocuencia jazz-rock-progresiva. ¡¡¡Recomendable al 300%!! (Un ciento por cada integrante). 
 
 
Muestras de “Duck”.-
Hey, Where’s MY Drink Package?: https://www.youtube.com/watch?v=JRdEmblvLV4
Aristoclub: https://the-aristocrats-band.bandcamp.com/track/aristoclub
Sgt. Rockhopper: https://www.youtube.com/watch?v=sCbf9eKr16k

Saturday, April 13, 2024

Doce danzas funerarias del ensamble belga FLAT EARTH SOCIETY

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Aquí tenemos el disco “R.I.P (Twelve Funeral Songs)” del nutrido y ambicioso ensamble belga FLAT EARTH SOCIETY, el cual fue publicado a inicios de noviembre del año 2022: llega un poco tarde esta reseña, la verdad que sí. FLAT EARTH SOCIETY es un colectivo dedicado a cultivar una variedad propia de jazz vanguardista con tintes progresivos. La alineación que realizó este disco está conformada por Benjamin Boutreur [saxofón alto], Bruno Vansina [saxofón barítono y flauta], Marti Melià [clarinete bajo], Peter Vermeersch [clarinete], Kristof Roseeuw [contrabajo], Teun Verbruggen [batería], Frederik Leroux [guitarra], Peter Vandenberghe [teclados], Michel Mast [saxofón tenor], Marc Meeuwissen [trombón], Peter Delannoye [trombón], Bart Maris [trompeta], Pauline Leblond [trompeta], Berlinde Deman [tuba] y Wim Segers [vibráfono]. Bajo la iniciativa del vientista y compositor Peter Vermeersch, la nutrida y suntuosa orquesta de jazz-rock FLAT EARTH SOCIETY se inició en el año 1999 con la misión de plantear una propuesta musical donde se combinaran un colorido surrealista y una coordinación virtuosa de múltiples focos sónicos. El debut fonográfico de este ensamble tuvo lugar en el año 2000 con el disco “Live At The Beursschouwburg”, siendo sucedido al poco rato por el disco de estudio “Bonk”, también en el año 2000. En lo que concierne específicamente a “R.I.P (Twelve Funeral Songs)”, el material contenido en él fue grabado en los estudios Werkplaats Walter de Bruselas y Johnny Green Giant Studio de Gante, en el mes de mayo de 2021, con los ulteriores procesos de mezcla y masterización estando a cargo de Frederik Segers y Vermeersch, respectivamente, en el Boma Studio de Gante. Igloo Records se encargó de su publicación en formato solamente digital. El disco no es conceptual de por sí, pero tiene una efectiva estrategia para concretar la idea de la inevitable mortalidad de la condición humana al comenzar y terminar con el ensamble en pleno mientras que, en el transcurso de las cosas, va desapareciendo un músico (alguna vez, dos o tres) hasta que en el penúltimo tema sólo queda uno, listo para acoger el regreso de todos los ausentes. La segunda pieza es la excepción a esta estrategia, pues está dedicada a la memoria del músico Tom Wouters, experto en clarinete y percusión que alguna vez formó parte de la FLAT EARTH SOCIETY. Él falleció el 27 de mayo de 2021 a los 40 años de edad. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio de este disco. 
 
La dupla de ‘La Malle-valise De L’heimatlos Du Sleeping’ e ‘In Scum And Sludge’ abre el disco con contundente elocuencia referida a la variedad de subterfugios expresivos. La primera de estas piezas mencionadas se mueve en medio de arquitectónicas agitaciones que se orientan por una cruza entre los paradigmas de WEATHER REPORT y FRANK ZAPPA con añadidos aires exóticos de inspiración gitana. El ensamble de metales hace gala de su ágil señorío mientras el desarrollo temático transita por sus vericuetos; algunos de éstos se asientan sobre comedidos recursos de tensión. En cuanto a ‘In Scum And Sludge’, se trata de una exploración de climas minimalistas tremendamente calmos donde las serenas notas del vibráfono se hacen cargo de la base sobre la que se ha de explayar el ensoñador foco temático. A mitad de camino, la atmósfera general asume un tenor ceremomioso sin perder un ápice de la compostura inicial. Un contraste total frente a la pieza de entrada. El tercer tema del repertorio se titula ‘Zwerfuil’ y es el más extenso del mismo con sus 8 minutos y pico de duración. Su talante misterioso y casi parsimonioso lo acerca un poco al ítem precedente, pero su talante es distinto, definitivamente, se trata de una espiritualidad crepuscular la que guía el camino para el sutilmente sofisticado esquema melódico. Lo que suena parece inspirado en el MILES DAVIS de la fase 1968-69 con adicionales dosis de fastuosidad, las mismas que nunca se tornan apabullantes a fin de dejar que los aires nebulosos del esquema sonoro se mantengan límpidos de principio a fin. ‘Rip It’ es una pieza más extrovertida, exhibiendo un groove alegre con suficientes elementos progresivos como para hacer que este grupo tenga afinidades con JAGA JAZZIST. El grupo dice mucho en un espacio de poco más de 2 ½ minutos. Cuando llega el turno de ‘Midsummer Night Swim’, la banda regresa al terreno del tercer tema con una actitud más extrovertida, siendo así que la soltura de la batería y los exuberantes fraseos de la percusión tonal marcan grácilmente la pauta para la ingeniería colectiva. Los sucesivos solos de trompeta, saxofón y clarinete realzan el lirismo esencial de la pieza. ‘Aapverbranding (Epiloog)’ ostenta aires de traviesa jovialidad de una manera que hubiese puesto orgullo al propio ZAPPA en el año 1972. El flagrantemente complejo swing armado para la ocasión da la impresión de que el continuo diálogo entre los metales y la dupla rítmica se podría desplomar en cualquier momento... Pero, claro está, no sucede nunca, todo ha sido planificado meticulosamente.
 
‘Malacology’ despliega un aura arcana bajo la guía de los mantos siniestros emanados del órgano que inicia el trayecto melódico. Por su parte, el delicado lirismo de los vientos y las refinadas líneas sencillas de la guitarra abren un oportuno contrapeso a la hora de completar la idea. ‘Blue Braine’ se centra en serenos aires de jazz de salón en medio de las alternancias de protagonismo entre el piano y el ensamble de metales. ‘Man Man Man’ es lúgubre al modo de una idea perdida de los UNIVERS ZERO de la fase 1977-81 que ha sido remodelada por el TERJE RYPDAL de inicios de los 90. ‘MQK’ tiene una cadencia vivaz donde los vientos hacen lucir la dinámica de su numerosa y meticulosa asociación a fin de concretar una ingeniosa mezcla de melodía y ritmo. Esto deja campo abierto para la emergencia de las vibraciones evocadoras de ‘Left Alone’, las cuales terminan aterrizando en una área densa y neurótica: de esta manera, nos queda claro que la secuencia de estos tres últimos temas delinea un viaje desde el atardecer con algunos atisbos de esperanza hasta la temida noche con sus potenciales peligros. Justamente son los retorcimientos de los metales que clausuran ‘Left Alone’ los que abren la puerta a ‘La Malle-valise De L’heimatlos Du Sleeping (Reprise)’, la clausura del repertorio. En efecto, los ecos de esa neurosis atraviesan de cabo a rabo las florituras de los vientos con los que se retoma el motif central de la primera pieza del álbum. El grosor aumentado de los vientos y la inclusión de un breve solo de batería hacen que se elabore una algarabía exultante con algunas tonalidades grisáceas. Todo esto fue lo que gestó el colectivo de FLAT EARTH SOCIETY con “R.I.P (Twelve Funeral Songs)”, un trabajo formidable donde la extravagancia vanguardista se reviste con una elegancia muy particular. Hoy por hoy, el grupo tiene un nuevo disco en el mercado titulado “The ONE”, sobre el cual hablaremos pronto. Mientras tanto, que quede claro que “R.I.P (Twelve Funeral Songs)” es un disco que vale mucho la pena de tener en una exquisita colección fonográfica.

 
Muestra de “R.I.P (Twelve Funeral Songs)”.-
La Malle-valise De L’heimatlos Du Sleeping: https://www.youtube.com/watch?v=zFdIC7F1z0o
 

Wednesday, April 10, 2024

TOM PENAGUIN: primeros pasos en la escena progresiva francesa

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar el álbum de debut del músico y multiinstrumentista francés TOM PENAGUIN. El disco se titula precisamente “Tom Penaguin” y fue publicado por el sello español áMARXE el pasado 5 de abril. PENAGUIN es el exclusivo ejecutante del piano eléctrico Fender Rhodes, el órgano Yamaha YC20, los sintetizadores Matriarch Moog y Hohner String Melody, las guitarras Gibson Les Paul, SG y Goya Rangemaster, el bajo Squier Precision, el clavinet Cembalet II, el pianet Hohner y la batería Yamaha. Más allá de su juventud, este señor ya tiene experiencia como guitarrista del grupo DJIIN y teclista en ORGÖNE, y ya tiene en su haber algunas piezas atmosféricas compuestas para bandas sonoras y un CD del año con el pseudónimo de CAPTAIN BLIND CHAMELEON (Tales Of A Floating Man). Bueno, parece que, técnicamente hablando, Tom Penaguin no es realmente su disco debut, pero sí es el vehículo de presentación oficial ante el público sin sobrenombre... sólo el nombre. El disco del que hablamos hoy tuvo un proceso un poco largo de grabación desde el año 2020 en el estudio doméstico de PENAGUIN. Repasemos ahora los detalles del repertorio contenido en él.


Los primeros 2 ¾ minutos del repertorio comienza están ocupados por ‘The Stove Viewpoint Introduction’, un travieso ejercicio de aleatorias capas psicodélicas cuyo talante perturbador se siente oportunamente atenuado por la delicadeza de sus arreglos subyacentes. En las últimas instancias emergen unos elegantes fraseos de guitarra que portan una cierta aura pastoral, un recurso que prepara el terreno para la pronta emergencia de ‘Housefly Leg’. Éste es el tema más extenso del disco con sus poco menos de 14 ½ minutos de duración; no tarda mucho realmente el maestro PENAGUIN en dar rienda suelta liberalmente a sus ambiciones musicales más suntuosas. Lo que suena aquí es una sólida y fluida cruza entre HATFIELD AND THE NORTH, la faceta más sofisticada de los CARAVAN del año 1971 y los SOFT MACHINE de la fase 1973-75, con elementos añadidos de HAPPY THE MAN en aquellos parajes donde hay algo de etéreo. Los motivos se van sucediendo a lo largo de unos recovecos bien estructurados, siendo así que la sistemática estilización de los mismos permite que los solos sucesivos de guitarra, órgano, sintetizador y piano eléctrico asienten cómodamente sus colores propios dentro del armazón general. En algún momento del último tercio, un solo de bajo asume una posición lo suficientemente relevante como para invitar a la batería a que arme sus propias variaciones del swing básico, algo que es sucedido por la remodelación de un amable motivo que ya había sido utilizado antes. Gran cénit del álbum. ‘Aborted Long Piece No2’, a pesar de ser mucho más breve, no se queda atrás en cuanto a fastuosidad progresiva. Se trata de un ejercicio jazz-progresivo bastante ágil con algunos matices grisáceos que hace que la gracilidad en curso, siendo tan vivaz como lo es, asuma algunos matices densos en lo referente a la exposición del motif central. El filo agresivo de las líneas de bajo apuntala a los teclados para que armen un paisaje sónico poderoso a través de su refinada elegancia. Tenemos aquí una ingeniosa mezcla de jolgorio y gravedad que se ubica en un terreno intermedio entre SCHERZOO y THE TANGENT.


‘Arrival Of The Great Hedgehog’ es la segunda pieza más extensa del repertorio con su espacio de 9 ¼ minutos. Parece recibir, hasta cierto punto, el impacto de la estilizada gravedad que signó al tema precedente, pero sus ambiciones expansivas le colocan más cerca de la vitalidad versátil articulada en ‘Housefly Leg’. En medio de la arquitectura integral de todos los instrumentos actuantes, el órgano funge como la base de todas las atmósferas y grooves que se van sucediendo, mientras que la batería da constantes muestras de su impoluta consistencia a la justa medida de lo que va sucediendo en cada pasaje específico. Una mención especial va para el extenso solo de guitarra que emerge en el ecuador del tema, el cual exorciza los paradigmas de YES y NATIONAL HEALTH con una majestad rotunda y contundente; de hecho, su aparición marca una pauta de crescendo para la ingeniería global. de tal modo que se traduce en un largo epílogo grandilocuente. ‘The Stove Packed Up And Left’ trae consigo el final del disco mientras sus instantes iniciales se enlazan con el último aliento de la pieza precedente. Como este último tema recibe la energía incandescente de ‘Arrival Of The Great Hedgehog’, lo primero que se destaca es un intenso solo de sintetizador. Un segundo motivo se instala sobre un swing un poco más sereno mientras la comunión de guitarra y teclados se encarga de preservar el fulgor recurrente del álbum, sirviendo de puente para otro más ágil donde se hermanan los mundos de HATFIELD AND THE NORTH, ISOTOPE y CARAVAN. La calidez de este pasaje anuncia algo aún más cálido con el sosegado epílogo, el cual establece un vínculo entre la faceta melódica del Canterbury y el sonido de los GENESIS de la fase 70-72: el lirismo que opera en esta conclusión es envolvente y conmovedor. En fin, en menos de 40 minutos, TOM PENAGUIN nos ha mostrado una excelsa vía de exploraciones progresivas para el año 2024. Realmente vale la pena adquirir este muy recomendable disco que, desde ya, se destaca como una estupenda sorpresa para el escenario mundial del rock artístico. 


Muestras de “Tom Penaguin”.-

Sunday, April 07, 2024

LAND OF CHOCOLATE: el mejor momento para volver al ruedo progresivo estadounidense

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos gratísimas noticias desde la escena progresiva estadounidense: el regreso del grupo LAND OF CHOCOLATE con un nuevo disco bajo el brazo, “Your Finest Hour”, el mismo que fue publicado el 6 de octubre del pasado año 2023. Hay una distancia de nada más y nada menos que 19 años en el tiempo desde la publicación de su segundo álbum “Regaining The Feel”. Tanto este disco como el primero, 
“Unikorn On The Cob” (que data del año 2001), habían puesto en el mapa de la escena progresiva estadounidense del nuevo milenio a LAND OF CHOCOLATE, pero este trayecto no duró mucho. El cuarteto conformado por Jonn Buzby [teclados, voz y percusión], John Covach [guitarras], Gerald Wilson [bajo] y Wesley Hare [batería] había estado trabajando en buena parte del material que ahora conforma “Your Finest Hour” entre los años 2004 y 2005, pero las mudanzas y los proyectos colaterales de los músicos provocaron que todo se quedara a medias a través de los años. Buzby, por ejemplo, tuvo una trayectoria solista bajo el seudónimo de DAMN FINE COFFEE, y antes de armar LAND OF CHOCOLATE, había sido baterista de FINNEUS GAUGE, el grupo de su hermano Christopher Buzby tras el cierre del primer periodo de los legendarios ECHOLYN. Una vez que la idea de retomar el proyecto abandonado del tercer trabajo de estudio de LAND OF CHOCOLATE, banda afincada en Durham (Carolina del Norte), se puso nuevamente sobre la mesa, el guitarrista original Brian O’Neill reingresó a la banda en reemplazo de Covach, quien actualmente reside en Rochestar (NY). Todo lo que se grabó encima de las pistas básicas que fueron prácticamente abandonadas en el año 2005 estuvo sujeto a las labores de ingeniería de sonido de parte de los cuatro integrantes de la banda. Ulteriormente, O’Neill se hizo cargo de los procesos de mezcla y masterización del nuevo material en el estudio Red Rack Mastering. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Your Finest Hour”.
 

‘Movers/Shakers’ abre el álbum con un colorido melódico y un vigor razonablemente contenido que rápidamente nos remiten al filtro de SPOCKS BEARD de los rastros Yessianos y Genesianos del discurso neo-progresivo de los 90. La batería sostiene un groove bastante ornamentado a lo largo de todo el tema. Sigue a continuación ‘This Beautiful World’, que es justamente el tema más extenso del repertorio con sus casi 6 ½ minutos de duración. Desde el comienzo se nota el predominio de un tenor solemne que se emparenta con el paradigma de KANSAS, siendo así que se añaden algunos elementos del patrón Genesiano de la fase 1976-78 y otros tantos de la psicodelia Beatlesca. Esta vez son los teclados quienes, junto al canto, guían el desarrollo temático, aunque no se puede pasar por alto una mención especial para el majestuoso solo de guitarra que emerge a mitad de camino, pues justamente impulsa un incremento del vigor rockero del esquema grupal. El tercer tema se titula precisamente ‘Your Finest Hour’. Esta canción homónima se asienta cómodamente sobre una senda de llamativa agilidad que se conecta con los ECHOLYN de 1995. El esquema rítmico no es muy complejo, pero el swing armado por la fraternidad de bajo y batería contiene suficientes dosis de sofisticación jazz-rockera como para sustentar un solvente señorío para el despliegue melódico en curso. ‘A Rae Of Hope’ dura poco más de 2 ½ minutos. Otro tema posterior que también dura un poco más de 2 ½ minutos es ‘A Deep Breath’. El primero de ellos es un dúo de piano y guitarra que se explaya en una aureola romántica; el segundo, por su parte, despliega una suntuosa solemnidad que se deja llevar muy fluidamente por el tempo de 7/8. Helpless’ y ‘The Currents Of You’ se sitúan entre ambos para desplegar nuevos ejercicios de colorido rockero. Helpless’ es una balada sinfónica que saca buen provecho a su compás de vals para proyectarse hacia una cándida melancolía, la misma que deja que broten algunos trasvases rockeros oportunamente estilizados. ‘The Currents Of You’ es un cénit del álbum que sintetiza los elementos más extrovertidos de los dos primeros temas y le traspasa una dosis un poco mayor de sofisticación rítmica. Este tipo de calidez fulgurosa ya no nos toma pro sorpresa, pero, sin duda, el vigor de la batería y de los guitarreos brinda un gancho inapelable al esbozo melódico con el que trabaja el grupo. Hay confluencias con las bandas compatriotas MOON LETTERS y THIRTEEN OF EVERYTHING.
 
Cuando llega el turno de ‘Air’, el grupo se dispone a seguir la senda trazada por los últimos acordes de piano de 
‘A Deep Breath’ para concretar otro viaje de serena fastuosidad progresiva al estilo del de la canción homónima. ‘Meaningless Trip’ también revisa otro ambiente ya explorado en alguna canción anterior, la solemnidad suntuosa, y también lo hace con unas dosis mayores de garra rockera y sofisticación estructural. Así las cosas, ‘A Stark Reminder’ (otro interludio que dura alrededor de 2 ½ minutos) se enfila hacia una perpetuación del dramatismo cabalmente preciosista que acabamos de apreciar, exhibiendo un grosor expresivo contundente. La penúltima pieza del repertorio  es la segunda más larga del mismo con su espacio de poco más de 6 ½ minutos y porta el título de ‘Poison The Root’, Su vitalidad es pletórica de gancho a la hora de retomar remodelar los recursos de agilidad progresiva que quedaron bien definidos en los temas #2 y #6. Como es de esperarse, la guitarra se luce en lugares estratégicos señalados para realzar el esquema melódico diseñado para la ocasión. Otro cénit del álbum. Todo concluye con ‘Threatening To Unwind’, canción que es una semi-balada donde se cruzan los patrones de ECHOLYN y de los JOURNEY de los dos primeros álbumes. La gentil sencillez del enfoque melódico es manejada con suma elegancia, siendo así que la batería siempre halla espacios donde hacer sentir su musculatura. Todo esto es lo que se nos ha brindado desde los cuarteles de LAND OF CHOCOLATE con “Your Finest Hour”, una obra interesante y atractiva que aporta mucho a la vigencia del escenario progresivo estadounidense. Definitivamente, éste ha sido el mejor momento para reavivar la misión musical de LAND OF CHOCOLATE.

Thursday, April 04, 2024

Tres mentes para un solo fuego y un solo hielo: la experiencia de LIFE ONLY


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar al colectivo multinacional de vanguardismo radical LIFE ONLY, el cual está conformado por Dimos Vryzas [violín eléctrico y efectos], Diego Aguirre “DAZ” [guitarra eléctrica y artefactos] y Fred Frith [guitarra eléctrica y diversos objetos pequeños de percusión concreta]. También presentamos su disco “Plus Ça Change”, el cual fue publicado el 26 de enero pasado. Este trío se formó en la localidad suiza de Basilea en el año 2019 con la meta de crear música aventurera que expresara exploraciones abstractas de carácter novedoso y desafiante. La estrategia consiste principalmente en crear encrucijadas proactivas entre el minimalismo, el drone y el avant-prog inclinado hacia la lógica deconstructiva. Por supuesto, conocemos a Frith por sus históricas membrecías en HENRY COW, ART BEARS, MASSACRE y otros diversos proyectos y asociaciones hasta el día de hoy. Aguirre es principalmente célebre por haber sido integrante del excelente grupo avant-jazz-progresivo chileno MEDIABANDA, pero él ya tiene varios años residiendo en Suiza, donde realiza varios proyectos de música experimental con base de deconstructivismo y musique concrète. Vryzas es un joven veterano cuya obra se enmarca dentro de la investigación en formas libres contemporáneas, el ambient, el noise y el folk. El material contenido en “Plus Ça Change” fue grabado en el estudio Weisser Saal de Basilea en una larga sesión que tuvo lugar el 13 de noviembre de 2022, estando Mikael Szafirowski a cargo de la ingeniería de sonido. El ulterior proceso de mezcla se realizó en Tesalónica y en el Stress Studio de Atenas en manos de Christos Megas y el propio Vryzas. Finalmente, tras un proceso de edición en el estudio Casa Sonoma por Frith, Myles Boisen se encargó de la masterización en el estudio Headless Buddha de Oakland.
 
Los primeros 13 ¾ minutos del repertorio están ocupados por ‘Only One’, un tema que dispone de un fulgor inquietante y absorbente desde sus primeras instancias, logrando asentar una reciedumbre densa que, a su manera, también tiene algo de mágico. Desde poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, la pieza asume un aura categórica que permite a la operativa densidad aumentar sus niveles de tensión expresiva. Seis minutos más tarde, la excrusión colectiva vira hacia terrenos más calmos mientras preserva sus agitaciones minimalistamente abstractas, siendo así que la expresividad apunta a un nervio renodavor. En los últimos minutos, dicho nervio recupera algo de la densidad precedente. Tras este inicio de álbum llega eñ turno de una pieza que también tiene una generosa duración y que responde al título de ‘Light After Light’. Aquí se enfoca el trío en el desarrollo de climas instrospectivos que se sumergen en un gentil oleaje de solaz espiritual. La delicada dinámica gestada y organizada por la asociación triádica da cabida a ribetes impresionistas en medio del intimismo nebuloso y contemplativo que conforma la esencia del tema. Las cosas se intensifican un poco en los últimos minutos, pero se proyectan exclusivamente hacia la forja de una luminosidad incrementada que le da un fragor especial a las vibraciones atmosféricas del momento. ‘Fuego Y Hielo’ (así, en español) es el ítem más extenso del disco con su espacio de casi 17 minutos. El señorío sereno de la pieza precedente se retoma aquí para remodelarlo con una espiritualidad más grave, desarrollando un viaje electro-acústico donde lo etéreo y lo perturbador se fusionan con impoluta fluidez. Algunos pasajes signados por claras líneas flotantes de guitarra y ornamentos percusivos albergan el centro nuclear de la mayor parte de las incidencias sonoras. Hay vitalidad contenida conviviendo con zarandeos surrealistas que parecen emanar de un ensoñador exorcismo. Tras la irrupción decisiva de unas interferencias de ruido blanco entrecortado, llega un epílogo reflexivo cuyos aspectos tensos son manejados con cristalina delicadeza. 

‘Fractured Shadows’ se refugia en un aleatorio juego de minúsculas irrupciones abstractas que, de alguna manera, exhiben recursos de agilidad. Su función principal es la de servir como base de operaciones para los vuelos sónicos de ‘You Said I Could Go’, los cuales se basan en una retoma de las atmósferas y recursos palaciegamente agitados del primer tema del álbum. Así las cosas, el violín cuenta con suficientes espacios para dibujar algunos de sus trazos más hermosos de todo el disco. Hay un embrujo exótico que se va desplegando convincentemente a través de un filtro abstracto. ‘Να ϒίνουμε’ regresa al terreno de lo inescrutable, esta vez, con un talante más solipsista y una mayor repercusión de los efectos sonoros crepusculares. El cierre del repertorio llega de la mano de ‘Threads’, pieza que encapsula una gracilidad fulgurosa en poco menos de 5 ¾ minutos. El enfoque temático se apoya en los efluvios crecientemente lozanos dirigidos por las dobles guitarras, siendo así que los ornamentos de violín añaden recursos de taimada sutileza. Lo que nos ha brindado el colectivo anglo-greco-chileno de LIFE ONLY con “Plus Ça Change” es el testimonio de lo que ocurre cuando tres mentes brillantes y aventureras se unen para forjar un solo fuego y un solo hielo dentro del microcosmos vanguardista de la música contemporánea. Bastante interesante lo que han concretado aquí los Sres. Frith, Aguirre y Vryzas en esta peculiar aventura comunal, bastante recomendable el disco en sí mismo y también como una excelente muestra del arte experimental del año 2024.

Monday, April 01, 2024

Una congregación nueva en torno al mundo musical del maestro MARK WINGFIELD


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar el nuevo disco del maestro guitarrista de origen británico MARK WINGFIELD. El disco en cuestión se titula “The Gathering” y fue publicado por el sello MoonJune Records el pasado 22 de marzo (hace muy poco). WINGFIELD aparece acompañado por una ilustre congregación de maestros: Gary Husband (sintetizador, piano y batería), Asaf Sirkis (batería), Tony Levin (contrabajo eléctrico) y Percy Jones (bajo sin trastes). O sea, un parnaso de personas con amplias y gloriosas trayectorias en las vanguardias del jazz y el rock de diferentes décadas y con diversos grados de veteranía. Todo el material de “The Gathering” fue grabado en La Casa Murada de España en el año 2021 con el formato del trío de WINGFIELD, Husband y Sirkis, siendo así que las partes de Levin y Jones, fueron registradas en los respectivos estudios domésticos de ambos músicos durante el año 2023. WINGFIELD se hizo cargo de las labores de producción, mezcla y remasterización en el Heron island Studio del Reino Unido. Muy peculiar es el hecho de que hay tres temas donde Sirkis y Husband hacen un dueto de baterías para combinar labores de sostén rítmico y ornamentos percusivos para añadir matices especiales al desarrollo temático del momento. Teniendo una carrera solista y en proyectos colaborativos impecable, podemos decir que WINGFIELD ha conquistado otra cima de creatividad avant-jazz-progresiva con este nuevo disco; veamos ahora los detalles del repertorio contenido en él.


Los primeros 5 minutos y pico del álbum están ocupados por ‘The Corkscrew Tower’, una hermosa pieza donde el sencillo centro temático se explaya sustancialmente a través de una mágica atmósfera evocadora, la cual recibe en la labor de las baterías duales sus principales recursos de exaltación. Solamente en las instancias finales se da en los guitarreos algunos traqueteos razonablemente inquietos ‘Stormlight’ sigue a continuación para explayarse en un lirismo bien definido cuyas vibraciones sugerentes se completan adecuadamente merced a las florituras del bajo (que también tendrá su momento de lucimiento individual). La guitarra sale al frente imponiendo un señorío mesurado con una exhibición de cristalinos cromatismos musicales, dejando que las cosas se agilicen un poco a lo largo del camino; WINGFIELD se siente cómodo exorcizando en simultáneo los paradigmas de Holdsworth y Scofield con sus virtuosos fraseos mientras preserva la integridad del bloque sonoro general. ‘Apparition In The Vaults’ da un giro a las cosas con su expresionismo patente, lo cual permite al ensamble elevar el vuelo de intensidad sónica frente a los antecedentes trazados por las dos primeras piezas. En este sentido, resulta bastante conveniente que el esquema rítmico exhiba una musculatura renovada mientras la guitarra, sin perder un ápice de su elegancia esencial, se alce con una espiritualidad particularmente aguerrida. El título de esta pieza puede tener connotaciones espectrales, pero nos parece que el lema de la pieza es el de perpetua intensidad sobre un groove sofisticadamente vivaz. ‘A Fleeting Glance’ contiene, en su estructura externa, una intensidad semejante a la de la pieza precedente, pero su espiritualidad está más cercana a las agitaciones reflexivas y ensoñadoras del tema #2, siendo así que las labores del bajo y la batería resultan especialmente puntillosas a la hora de brindar densidad al esquema de trabajo colectivo. He aquí un cénit del álbum. ‘Pursued In The Snow’ es el segundo tema más largo del repertorio con sus poco menos de 9 minutos de duración. Su majestuosidad marcada por un anhelo arcano y revelada a través de una serenidad arropada por destellos crepusculares tiene algo del legado Crimsoniano, siempre dentro de un discurso jazz-progresivo que el maestro WINGFIELD ya se apropió desde hace mucho tiempo. Hay algunos pasajes tensos que ilustran eficazmente el ánimo general de la pieza mientras la inteligente ingeniería rítmica sustenta al ensamble con impoluta solvencia.
 
También tiene una generosa extensión la sexta pieza del álbum: ésta se titula ‘The Lost Room’ y ocupa un espacio de 8 
½ minutos. Su esquema de trabajo consiste en focalizarse en la faceta evocadora de la visión musical de WINGFIELD para darle una dimensión asertivamente fastuosa. Todo comienza con un tenor mayormente sereno, pero, casi sin darnos cuenta, el ensamble elabora un muy meticuloso crescendo y ya para el último tercio de la pieza, la interacción de los instrumentos gesta un fulgor envolvente y contundente. En medio de todo esto, el lirismo reinante gana en vigor sin perder su coherencia formal. Ahora que lo pensamos bien, la secuencia de estos tres últimos temas nos recuerda a atmósferas y grooves ya trabajados en discos como “Proof Of Light” y “Tales From The Dreaming City”. ‘The Listening Trees’ se mete de lleno en el enfoque fusionesco, generando vibraciones muy alegres que son oportunamente adecuados por un juguetón esquema rítmico que, en varios sentidos, nos remite a los primeros tiempos de RETURN TO FOREVER, añadiéndose algo de la luminosidad otoñal de los WEATHER REPORT de 1973. ‘Journey Home’ es el tema más extenso del disco con su espacio casi 9 ¾ minutos, siendo así que su espíritu expresivo se orienta claramente hacia lo ceremonioso. Con el explayamiento de la claridad en los delineamientos melódicos y los sofisticados juegos de cadencias plasmadas por la batería, el potencial talante ensoñador del bloque instrumental se deja revestir naturalmente por una luminosidad aristocrática. A veces, el asunto suena como un solo de batería acompañado por guitarra, teclados y guitarra, pues dicho instrumento se dispone a acompañar a la guitarra en la guía general en varias ocasiones. Un cierto matiz onírico se impone en la sección final. ‘Together We Rise’ es, en lo básico, una nueva exploración en el territorio expresivo concretado en el tema de entrada en combinación con elementos que también fueron manejados en los temas #4 y #6. la guitarra de WINGFIELD puede apoyarse en ciertos estratégicos ornamentos de bajo para completar las ideas que tiene en mente durante el desarrollo temático (que algo de Metheny tiene). Con el arribo de ‘Cinnamon Bird’ concluye el repertorio, y su función consiste mayormente en continuar por la senda de ‘Together We Rise’ con una dosis un poco mayor de gracilidad y, de algún modo, un aura extrovertida de esperanza

Ante todo, “The Gathering” es una gran obra jazz-progresiva que reafirma por enésima vez el lugar tan decisivo que MARK WINGFIELD ocupa dentro de esta área creativa en el nuevo milenio. Totalmente recomendable para cualquier buena fonoteca que reserve espacios para la inspirada vanguardia en el rock y el jazz de nuestros tiempos.
 
 
Muestras de “The Gathering”.-
Stormlight: https://markwingfield-moonjune.bandcamp.com/track/stormlight
A Fleeting Glance: 
https://www.youtube.com/watch?v=jS7SsJxO1Sw

Friday, March 29, 2024

ABSTRACT CONCRETE: una ilustre novedad en la avanzada británica de hoy en día


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos a un ensamble británico de música rockera experimental llamado ABSTRACT CONCRETE, so pretexto de la publicación de su homónimo álbum de debut que tuvo lugar el 17 de noviembre del pasado año 2023. La publicación fue por vía independiente y tanto la dirección como la producción de las sesiones de grabación corrieron a cuenta del colectivo. Pues bien, la ilustre membrecía de ABSTRACT CONCRETE consta de Charles Hayward [batería y canto], Agathe Max [viola], Roberto Sassi [guitarra], Yoni Silver [teclados] y Otto Willberg [bajo y contrabajo]. El nombre del maestro Hayward se destaca por su amplia veteranía en la avanzada británica durante varias décadas como integrante de QUIET SUN, THIS HEAT, GONG, MASSACRE, UNEVEN ELEVEN, etc., además de contar con una amplia discografía solista. Clar oestá, las dos primeras de estas bandas mencionadas son aquellas con las que más habitualmente se le conecta. Centrándonos en ABSTRACT CONCRETE, su propuesta musical se centra en un híbrido de avant-prog, avant-jazz, fusión contemporánea, acid folk y exploraciones psicodélicas, siendo así que el disco homónimo que ahora comentamos tuvo una gran acogida en los medios de difusión de música experimental. Muchas de las composiciones contenidas en 
“Abstract Concrete” son del propio Hayward, pero hay algunos temas cuya creación comparte con sus cuatro compañeros de banda.  Este disco fue producido por Hayward y Frank Byng, habiéndose realizado las sesiones de grabación en Lewisham Arthouse y Snorkel Studio; Byng y Nathan Graywater fueron los ingenieros de sonido. La ulterior labor de masterización estuvo a cargo de Nick Watson en el estudio Fluid Mastering. Veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Abstract Concrete”. 

 
‘Almost Touch’ ocupa los siete primeros minutos del disco y lo hace con una elegante y altiva elegancia, siendo así que en ella conviven fluidamente las ceremoniosas líneas de violín y el arquitectónico entramado rítmico. Los demás instrumentos se van acomodando al groove general mientras organizan sus propias interacciones, logrando, a fin de cuentas, que la atmósfera se torne momentáneamente densa sobre la frontera del segundo minuto. Con todo esto se estructura la palaciega vitalidad de la canción, la cual concluye con un epílogo marcado por cadencias imponentemente neuróticas (un tanto al estilo de los KING CRIMSON de los 80). Gran inicio de álbum al que le sigue ‘This Echo’, canción enfocada en una ambientación un poco más serena a despecho de que el canto de Hayward siga plasmando una espiritualidad inquieta. Tenemos aquí un ejercicio de jazz-prog mezclado con el así llamado chamber pop, a lo cual se añaden algunas vibraciones psicodélicas. ‘Sad Bogbrush’ se enfila hacia el jazz de salón con vértices tropicales para permitir al ensamble explorar su faceta más introspectiva. La estilización reinante es manejada con impoluta delicadeza, algo que permite el realce de la belleza inherente al grácil núcleo melódico, y es por eso mismo que la abrupta turbulencia disonante del epílogo nos toma por sorpresa. Un final rupturista que, de alguna manera, anuncia la sofisticación extrovertida y fulgurosa de ‘Ventriloquist/Dummy’, la siguiente canción del repertorio. Aquí tenemos un ejercicio de agilidad progresiva sobre un compás inusual que se sitúa cómodamente en una cruza entre el jazz-rock y el avant-prog sin llegar a ser drásticamente chocante. Un momento de calma ceremoniosa irrumpe en el ecuador de la canción para gestar un nuevo recurso de luminosidad sobre el cual se habrá de asentar la retoma del motif inicial; tras un rato, se impulsa una breve coda fastuosa. Un cénit del álbum, como también lo es ‘The Day The Earth Stood Still’, el tema más extenso del repertorio con sus casi 15 minutos de duración. 

‘The Day The Earth Stood Still’ contiene tres secciones respectivamente tituladas ‘Happy Village’, ‘Slowly Slowly Slowly’ y ‘Fast Forward/Freeze Frame’. Todo comienza con una solemne atmósfera que nos remite al paradigma de Robert Wyatt a través del filtro de la faceta experimental de un Kevin Ayers; el carácter evocador del canto de Hayward resuena como algo tenso en medio de la solemnidad. Le sigue un jam instrumental a medio tiempo que fluye a través de su compás inusual con el manejo de un motif repetitivo de inspiración oriental; se fue la melancolía para dar paso a una extraña ensoñación. Un tercer momento regresa a la solemnidad inicial con una incrementada dosis de inescrutable misterio. Mientras algunas capas de guitarra y violín van trazando el paisaje del cielo, los aleatorios ornamentos de la batería y el teclado preparan paulatinamente el camino para la instalación de un compás bien definido. Una vez que éste se instala, construye el camino hacia su propia deconstrucción en una serie de grooves líquidos. Se cocina algo grisáceamente épico para el electrizante epílogo. Durando poco menos de 8 minutos, ‘Tomorrow’s World’ se encarga de cerrar el álbum y lo hace con una soltura bastante llamativa. Como si se tratase de una cruza entre 801 y BE-BOP DELUXE, el grupo trabaja con un gancho melódico y le da una vitalidad persistente mientras añade algunos ornamentos razonablemente sofisticados; una mención especial para el demoledor solo de violín que precede a la última parte cantada. Todo esto fue “Abstract Concrete”, un testimonio fidedigno y rotundo de la magia creativa que surge de la unión de las cinco mentes creativas que operan dentro de ABSTRACT CONCRETE. En sus pocos menos de 45 minutos de duración, este disco de tan distinguido quinteto nos ha brindado un catálogo de música inventiva que se recomienda fehacientemente en cualquier buena fonoteca dedicada a la vanguardia ecléctica de hoy en día.